5 ventajas y 5 inconvenientes de cambiar de trabajo a menudo

¿Asumiste un nuevo reto profesional hace menos de un año y has decidido cambiar de trabajo otra vez? ¿Te preocupa transmitir demasiada movilidad en tu currículum? Aunque a día de hoy el mercado laboral es dinámico por naturaleza, son muchas las personas que se plantean si cambiar de empresa a menudo puede acabar resultando negativo. Todo el mundo ha interiorizado que los puestos de trabajo ya no duran treinta años, pero la estabilidad también es un punto a favor en algunas ofertas. Entonces, ¿qué conviene más? ¿Apostar por un proyecto durante un período largo o mostrar un perfil flexible y ambicioso? Lo cierto es que estos interrogantes no tienen una única respuesta. Seguramente, lo mejor es intentar buscar el equilibrio, porque cambiar de faena con frecuencia presenta tantas ventajas como inconvenientes.
En primer lugar, pues, hay que poner los pros y los contras sobre la mesa. Una vez analizados, podremos decidir qué factores priorizamos en cada momento de la vida. Eso sí, no siempre es fácil estudiar la situación desde una perspectiva global. En este post, te presentamos 5 puntos a favor (y 5 en contra) de los cambios de trabajo frecuentes. Analízalos. asúmelos y deja las inseguridades a un lado. ¡Tú decides qué camino profesional prefieres seguir!
Cambiar de trabajo a menudo: 5 puntos a favor
- Experiencia en varios ámbitos. Cambiar de trabajo a menudo permite trabajar en diferentes sectores del mercado laboral y en diferentes tipos de empresa. Así, estar en contacto con maneras distintas de funcionar permite aportar nuevas ideas y comparar los resultados obtenidos. En otras palabras, tu perfil será valorado por la flexibilidad y la capacidad de adaptación.
- Más posibilidades de establecer contactos. Hoy en día la agenda de contactos es cada vez más importante. No solo porque nos presenta con más garantías ante un responsable de Recursos Humanos, también porque nos ofrece una visión de la realidad más rica y plural. Si quieres estar en contacto con diferentes sectores profesionales, necesitarás ampliar la agenda con frecuencia. Además, tendrás más opciones para pedir consejo.
- Más posibilidades para descubrir lo que te gusta. Si toda la vida eliges un helado de fresa, no tendrás ocasión de comprobar si los otros gustos te convencen. En el mundo laboral pasa lo mismo. Algunas personas son inquietas por naturaleza y necesitan experimentar nuevas sensaciones para avanzar profesionalmente.
- Formación más variada y transversal. Para trabajar en distintos sectores del mercado, es probable que tengas que formarte en más de un ámbito. Así pues, puedes plantearte estudiar más de una carrera o de un máster. ¿Prefieres que las titulaciones estén relacionadas o te inclinas por estudiar algo totalmente distinto?
- La puerta abierta a una mejora económica. Uno de los principales motivos que nos impulsan a cambiar de trabajo son las mejoras salariales. En todo caso, ten en cuenta que para acceder a algunas categorías profesionales conviene acreditar cierta experiencia laboral (en algunos casos, se exige larga experiencia en un mismo puesto).
Cambiar de trabajo a menudo: 5 puntos en contra
- Más dudas a la hora de apostar por ti. Apostar por un determinado candidato implica, a ojos de la empresa, invertir dinero y formación en su desarrollo profesional. Si tu movilidad laboral es recurrente, tu jefe puede experimentar cierto temor a que te vayas una vez hayas recibido la formación. Demuestra que tu prioridad, ahora y aquí, es el trabajo que tienes.
- Mayor inseguridad en tu puesto. Cuando se acumula poco tiempo en un trabajo, la posibilidad de perderlo en caso de crisis es mayor. Imagina que tu departamento tiene que reducir la plantilla. Seguramente se optará por mantener el empleo de las personas en las que ya se tiene una confianza sólida.
- La satisfacción a largo plazo, más difícil. En la vida laboral existen dos tipos de objetivos: las metas a corto plazo y las metas a largo plazo. Aunque hay personas que se conforman las metas más inmediatas, apostar por las segundas también puede convertirse en un reto para superarse.
- Falta de referentes de confianza. Las largas estancias en una empresa permiten establecer vínculos profesionales y personales más fuertes. Estas relaciones estables no solo ayudan en el día a día laboral, sino también en el futuro. Por ejemplo, ¿a quién le vas a pedir una carta de recomendación si nadie conoce tu manera de trabajar a largo plazo?
- Curriculum vitae más disperso. Cuando hemos trabajado en sitios muy variados y durante poco tiempo, redactar un currículum es como hacer un puzle de 1.000 piezas. ¿Qué experiencias resaltamos en el currículum? ¿Cuáles descartamos? En estos casos, es recomendable confeccionar más de un CV y adaptarlo según el puesto de trabajo al que se quiera optar.