El efecto natural del sol tiene consecuencias beneficiosas para la salud, pero también nocivas, tales como el envejecimiento prematuro de la piel, la formación de arrugas y manchas antiestéticas, quemaduras de la piel, disminución de las defensas, cataratas en los ojos o incluso puede dar origen a la formación de cáncer de piel.
Los cambios de los valores sociales, han hecho que el bronceado deje de ser un atributo de los trabajadores del campo y pase a ser, al igual que la forma de vestir, una práctica social que se identifica con un aspecto saludable, deportivo, y de buena posición social.
El bronceado en una piel sana, es la respuesta biológica de defensa frente a la radiación solar. Es la forma que tiene la piel de protegerse de las radiaciones ultravioletas (UV). El deterioro de la capa de ozono, hacen que esta exposición resulte cada vez más peligrosa.
Es suficiente una sola exposición solar con quemaduras en la infancia o adolescencia, para que la posibilidad de desarrollar cáncer de piel en el adulto sea mucho mayor. Por eso, las medidas protectoras en los niños y adolescentes , ante la exposición al sol, son imprescindibles y necesitan una atención especial, pensando en el futuro.
La cantidad y calidad de radiación solar que recibe nuestra piel varía en función de numerosos factores como son:
* la hora del día: Entre las 12 y las 16 horas es máxima, por lo que hay que evitar exponerse al sol en estas horas.
* la estación del año: Es máxima en Julio.
* la altitud: La radiación UV aumenta un 4% por cada 300 m de altitud.
* la presencia de nubes: Se atenúa la sensación de calor, pero las radiaciones ultravioletas siguen actuando.
* la reverberación (o radiación reflejada)
Los diferentes tipos de suelo reflejan los rayos ultravioleta en distinta medida según se trate de:
- nieve (50 a 90%)
- arena (15 a 25%)
- agua (10 a 20 %) Sin olvidar que el agua deja pasar, además, un 90% de los rayos UV.
- hierba o césped (0,5 a 4%).
RECOMENDACIONES PARA LA EXPOSICIÓN SOLAR
- Utilice sistemáticamente la protección de un sombrero de ala ancha, una camisa, un pantalón, y sin olvidarse de la protección ocular (gorro con visera, y gafas de sol protectoras frente a los rayos UV).
- Permanezca a la sombra, use sombrillas o toldos cuando no haya sombra natural, especialmente entre la 12 y las 16 horas, cuando el sol se encuentra en lo más alto y las temperaturas son más elevadas.
- Los rayos solares se reflejan en muchas superficies tales como arena, agua, nieve, rocas, por lo tanto, se debe proteger la piel incluso en la sombra.
- Conozca su tipo de piel, su sensibilidad personal al sol (piel clara, morena u oscura) y practique las exposiciones de forma tanto más progresivas cuanto más claro sea el fototipo.
- Evite quemaduras del sol. Aún en un día nublado el riesgo de quemadura sigue existiendo, puesto que el 90% de los rayos UV son capaces de atravesar las nubes. También el riesgo se incrementa con la altitud.
- Los bebés menores de seis meses no deben tener contacto directo con el sol.
- Antes de salir de casa aplicar protectores solares sobre la piel limpia y seca y en cantidad suficiente, y renovar la aplicación cada 2 horas y después de cada baño. La aplicación periódica de los protectores solares no se hace con el fin de poder aumentar el número total de horas de exposición al sol, ni promover un bronceado intenso, sino para permitir una exposición razonable sin riesgo.
- No se exponga al sol más de una o dos horas diarias, aunque lleve protector solar.
- Los niños, y las personas de piel sensible particularmente, siempre deben usar un FPS alto (mayor de 30).
- Ciertos medicamentos son capaces de producir fotosensibilización o aumentar el riesgo de reacción de la piel frente al sol.
- Beba abundante agua antes, durante y después de la exposición solar, sin esperar a tener sed.
- Si advierte que un lunar cambia de tamaño, forma o color, o aparecen nuevos «lunares» de rápido crecimiento, consultar al dermatólogo.
- No debemos olvidar el uso de fotoprotectores solares y de ropa adecuada, sombreros y gafas, durante todo el año, ya sea con la práctica de actividades deportivas al aire libre (esquí, ciclismo, montañismo, senderismo, footing, etc,) o simplemente pasear.
fuente; https://www.saludcastillayleon.es/es/salud-estilos-vida/recomendaciones-exposicion-solar