Es una fruta con un altísimo contenido en agua (250 g de sandía equivalen a 220-230 g de agua), lo que la convierte en una fruta excelente para calmar la sed en los meses más cálidos del año.
Proporciona una dosis baja de energía (32 calorías/100 g), por lo que puede utilizarse en dosis generosas en cualquier tipo de dieta hipocalórica.
Aporta una cantidad discreta de vitamina C (10 mg/100 g), pero para cubrir el 20% de las necesidades diarias de esta vitamina basta consumir solo 45 calorías, gracias a la abundante agua que contiene esta fruta (el 92% de su peso).
También es una fuente de betacaroteno o provitamina A. Las variedades amarillas contienen una concentración mayor, pero una ración de 200 g de sandía roja (una tajada) aporta 605 mcg, que representan el 23% de las necesidades diarias de vitamina A.
El efecto del betacaroteno en este sentido se multiplica al combinarse con el licopeno. En 100 g de sandía hay 4.532 mcg de licopeno. También hay que sumar el efecto antiinflamotorio del triterpeno cucurbitacina E.
Contiene también vitaminas E y del grupo B.
Cabe destacar su contenido en calcio, modesto pero interesante, y lo mismo se puede decir del hierro.
El aporte de magnesio y potasio explica las virtudes de esta fruta para reponer pérdidas de sales minerales.
Contiene poca fibra y sus grasas son ínfimas.
Beneficios de la sandía
La sandía posee propiedades depurativas y provoca una sensación de saciedad que puede ser útil en las dietas de adelgazamiento.
PREVENCIÓN CARDIOVASCULAR
La combinación de vitamina C, betacaroteno y licopeno hace de la sandía un alimento que previene las enfermedades cardiovasculares, el cáncer y muchas enfermedades crónicas y degenerativas.
BAJA LA TENSIÓN ARTERIAL
El efecto diurético del agua y de la citrulina de la sandía es potenciado por el contenido en potasio (112 mg en 100 g), un mineral que ayuda a controlar la tensión arterial, regula el latido cardiaco y probablemente contribuye a prevenir los infartos.
PARA ADELGAZAR
Resulta muy recomendable, además de para tratar la obesidad, para los problemas de riñón y de vías urinarias.
AYUDA PARA EL HOMBRE
Cuando se come sandía, la citrulina, un aminoácido presente en esta fruta, se convierte en el aminoácido arginina, que mejora la producción de óxido nítrico, que a su vez relaja los vasos sanguíneos, aumenta el flujo de sangre y tiene un efecto positivo sobre la función eréctil en el hombre.
Eso sí, hace falta ingerir una buena cantidad al día (entre 400 g y 1 kg) para que el nivel sanguíneo de arginina aumente de un 12 a un 22%. Por otra parte, algunos estudios asocian la citrulina de la sandía y la arginina con ventajas en la diabetes de tipo 2 y la obesidad.