El pensamiento negativo se traduce en ideas obsesivas, inseguridades, preocupación crónica, rumiación constante de los problemas… Mucho ruido y pocas nueces. Todo esto puede ocasionar complicaciones a la hora de desenvolverse por la vida e incluso podría llevar a pensar que la gestión adecuada de los problemas es una especie de imposible.
Ojo, aprender a gestionar la negatividad no se trata de “eliminar” lo negativo de raíz, obviarlo y vivir en una burbuja rosa de fantasía. Se trata de aprender a asumir los problemas, restarles poder sobre nosotros mismos mediante una actitud asertiva y responsable, y ejecutar las medidas necesarias para seguir adelante.
Aunque parezca difícil, es posible gestionar el pensamiento negativo para que no tome las riendas de nuestra vida y nos impida disfrutarla. No hay fórmulas mágicas para ello, pero sí diversas herramientas a nuestra disposición, que además pueden promover el crecimiento personal.
El pensamiento negativo y la ansiedad
Cuando se instala en nuestra mente el pensamiento negativo, la ansiedad hace acto de presencia en nuestra vida. Así que, de repente, sin saber por qué, nos sale sarpullido en la piel, nos duele la cabeza, el corazón se nos acelera o sentimos un nudo en la garganta que no responde a un resfriado o un catarro.
La razón de todo esto se encuentra en nuestra mente. Por eso, es importante que seas consciente de qué es aquello que te perturba y que reflexiones sobre la actitud que tienes ante ello y la vida en general.
¿Eres una persona que se queja mucho en vez de tomar medidas para solucionar lo que produce incomodidad o malestar? ¿Te sientes víctima de las circunstancias todo el tiempo? ¿Te aterra tomar decisiones y te quedas en tu zona de confort por miedo al cambio o a equivocarte? Todo esto está potenciando esos pensamientos negativos que te atormentan.
Veamos ahora otras situaciones en las que el pensamiento negativo afecta la vida.
Las relaciones personales y el pensamiento negativo
El pensamiento negativo puede afectar a las relaciones personales de diversas maneras. Algunas de ellas las expondremos a continuación:
- Crees que todo el mundo piensa mal acerca de ti.
- Piensas que nadie te entiende.
- Notas falta de apoyo y consuelo por parte de los demás.
- Sientes poca profundidad en tus relaciones.
El pensamiento negativo provoca diversos pensamientos sobre las relaciones que mantienes que pueden hacer que estas se rompan o se desgasten. Por ejemplo, un pensamiento negativo sobre que tus amigos hablan mal de ti por detrás puede hacer que los increpes o te alejes de ellos.
Es importante que seas consciente de que el pensamiento negativo suele aislarte de los demás, pues crees que nadie te comprende, que nadie te apoya, cuando en realidad estás haciendo una montaña de un grano de arena.
La ansiedad, el exceso de preocupaciones y los pensamientos rumiantes provocan esa agonía en la que te sumerges y en la que crees que nadie participa más que tú. Te sientes solo por ello. Afecta a tu vida diaria, a tu rendimiento, a tus relaciones y a tu bienestar. ¿Cómo ponerle fin?
Ponerle fin al pensamiento negativo
Para ponerle fin a un pensamiento negativo del que no logramos desprendernos y que afecta a nuestra vida haciéndonos sentir que no tenemos el control es necesario que adoptemos una actitud diferente.
Para empezar, hay que tomar decisiones. Si te estás sintiendo mal y no eres capaz de lidiar con lo que ocurre, acude a un psicólogo, decide hablar con una persona de confianza o empieza a hacer cambios en tu vida.
Por ejemplo, puedes apuntarte a un grupo de mindfulness o empezar a practicar meditación desde casa con una app gratuita. También puedes leer más sobre el tema de los pensamientos negativos, trabajar en el potencial de tus fortalezas y apuntarte a un gimnasio, clases de danza o alguna otra actividad física.
El deporte y el ejercicio son geniales para combatir los pensamientos rumiantes, liberar la tensión emocional y reducir la ansiedad y el estrés. También es importante que aprendas a gestionar tus emociones y a ver el lado bueno que tiene todo lo negativo que crees que hay en tu vida.
Relativizar lo que crees que son problemas te ayudará a ponerle un stop a ese pensamiento negativo.
¿Te afectan mucho los pensamientos que tienes a diario? ¿Cómo influye tu forma de pensar? Cuidar de nuestra mente y pedir ayuda si es necesario es algo muy importante. No olvidemos que el bienestar nace dentro de nosotros.
Abandonar la queja, el victimismo y ver qué hay detrás de toda esa visión negativa a la que siempre tendemos será imprescindible para ponerle fin.
Podemos elegir, podemos actuar, podemos cambiar nuestro presente y mejorar nuestro futuro. ¿Preferimos enfocarnos en lo bueno o poner toda nuestra atención en lo negativo?
Artículo original de: https://mejorconsalud.as.com/pensamiento-negativo-esta-afectando-vida/